lunes, 22 de mayo de 2017

La Revolución de la Información
Actualmente la irrupción y desarrollo de las nuevas tecnologías están conformando una serie de cambios estructurales a nivel económico, político, profesional, social, educativo y hasta en la forma de comunicarnos. Así pues, se está consolidando una nueva forma de entender el conocimiento en donde la información aparece como el elemento central alrededor del cual surgen todos los días nuevas oportunidades.


Ya fue hace unos añitos cuando se empieza a hablar de la "sociedad de la información" como una especie de cornucopia que abanderaría una constante sucesión de cambios transcendentales en la sociedad y en la gestión de los modelos corporativos. Causando la muerte así de viejos arquetipos empresariales como la jerarquía de los jefes respecto a los trabajadores o como la relación vertical de las empresas y sus clientes. Hoy, ya no basta con producir en masa bienes tangibles como se hacía otrora en el modelo industrial, se trata ahora de generar un valor añadido al cliente que no ha de estar vinculado necesariamente con bienes materiales, sino más bien a la gestión de la información con productos informacionales, publicidad en redes sociales,  reputación online, e-commerce, definición de la identidad corporativa, social comerse, responsabilidad social, gestión de imagen, juegos sociales, en definitiva un valor añadido más allá del bien o servicio producido.

La sociedad actual considera la información como el “nuevo oro”, pero con una gran diferencia y es que es esta información es accesible a todo el mundo. Las nuevas tecnologías de la información  se han convertido en el "factor clave de la competitividad".


De la “sociedad de la información” a la “sociedad del conocimiento” hay un pequeño paso para el hombre pero un gran paso para la humanidad, ya que la información se ha tomado a veces como equivalente a conocimiento. Sin embargo, hay muchas diferencias puesto que la información es un concepto estático o descriptivo y el conocimiento es más un procedimiento, un proceso de aprendizaje de la información, de análisis de la misma y de toma de decisiones, de comisión de errores y búsqueda de soluciones que aporten valor. 

La información por tanto no es en sí conocimiento, pero sí es un elemento intrínseco del mismo, puesto que la información no genera conocimiento sino se añade a otro factor fundamental como es la creatividad o el ingenio.
INFORMACIÓN + CREATIVIDAD = CONOCIMIENTO

El conocimiento crea valor porque aporta soluciones nuevas y mejores que las ya existentes. A lo largo de la historia de la humanidad se han identificado tres etapas importantes, denominadas “olas de la revolución del conocimiento”, caracterizadas por suponer un cambio rápido y profundo en cada época lo que las hace fácilmente identificables. Estas tres etapas son producto del conocimiento adquirido por la nueva gestión de la información que disponían en cada momento.
TRES REVOLUCIONES
1.- Revolución Agrícola o Revolución Neolítica en el VIII milenio a.C. Es el paso de la vida nómada a la sedentaria, gracias al descubrimiento de la agricultura. Se crea una civilización urbanita con todos los efectos que ésta conlleva en el desarrollo de la humanidad. Esta transformación económica se desarrolló por la influencia del cambio climático que obligó a la humanidad a dejar las montañas y bajar a las tierras de los valles en busca de comida.




2.- Revolución Industrial. Iniciada segunda mitad del s. XVIII en Inglaterra y progresivamente se expande por todo el mundo. Se pasa de la manufactura a la producción industrial en masa. Su contexto histórico se encuentra el factor clave de este cambio: epidemias mortales y necesidad de trabajo. Nuevamente se dan la mano la necesidad y la creatividad para la solución de los problemas.




3.- Revolución de la Información. A Finales del s. XX se produce una generalización de acceso a la información. De las tres olas, esta es la más drástica y rápida. De mayor profundidad y de consecuencias todavía desconocidas. Esto se debe a que el acceso a información es ilimitados. Factor transcendental ya que se pasa a depender como factor clave de éxito de recursos del conocimiento que al contrario de los recursos materiales o financieros su aumento constante produce un incremento cada vez mayor de la producción, lo que los economistas denominan rendimientos crecientes, es decir, que se enriquecen con su uso.

CARACTERÍSTICAS DE LA ÉPOCA ACTUAL

Con la relación existente entre el gigante crecimiento tecnológico, la era de la información y la economía global, el cambio es ahora el estado normal de la vida y de los negocios.

Si analizamos las más grandes empresas de los 90 y las que se reunieron hace un mes con el presidente Obama para impulsar la economía del país, nos damos cuenta de que las cosas ya no son lo que eran! 



Obama se reunió, en casa de John Doerr (inversor y fundador de exitosas compañías de tecnología como Amazon.com, Compaq, Google, Netscape, etc) en Silicon Valley, para cenar con los llamados Titanes de la Tecnología: Steve Jobs (Apple), Mark Zuckerberg (Facebook), Google, Yahoo!, Cisco, Twitter, Oracle, NetFlix … ni siquiera la antes todo poderosa Microsoft fue invitada.

La mayoría de estas empresas hace 10 años ni siquiera existían y hoy son el motor económico de la primera potencial mundial y el principal acaparador de profesionales altamente cualificados. Mientras, en España, la innovación desciende y la tasa de desempleo de los jóvenes con estudios superiores dobla la media europea (6%). Además es el país donde se da la mayor tasa de paro juvenil de la UE (43%), y donde el desempleo tiene más incidencia entre las personas con mayor nivel de formación.


Empresas modélicas y líderes de sus mercados como Kodak, General Motors o Philips han perdido presencia en el mercado por no saber adaptarse a los nuevos cambios. Kodak asistió atónita al espectacular crecimiento de la fotografía digital no haciendo absolutamente nada y la empresa se vio desplazada por competidores que hace que años ni tan siquiera existían o no estaban presentes en su mercado como Samsung, Nokia, Sony, Casio, … Philips fue barrida del mercado por la japonesa Sony. General Motors en el 2008 ha visto como el precio de sus acciones bajaba a niveles de 1946. Por no hablar de la quiebra de Lehman Brothers, el único banco de Wall Street que sobrevivió al crack del 29 y que no ha sobrevivido a los últimos cambios.

El cambio se vuelve una constante. "El cambio es la única cosa inmutable" afirmaba el filósofo alemán Arthur Schopenhauer, en la misma línea hace más de 2500 años el gran maestro chino Confucio instruía a sus discípulos: “Quien pretenda una felicidad y sabiduría constantes deberá acomodarse a frecuentes cambios.” Pongamos un ejemplo claro de cómo la adopción del cambio se acelera exponencialmente. Fijémonos en el tiempo que ha tardado la radio en alcanzar la cifra de 50 millones de usuarios, cuarenta años!!! la televisión sólo 14, Internet lo consiguió sólo en 4, el iPod en 3 y Facebook en 2. Otro ejemplo son las noticias, antes leíamos las noticias de ayer en el periódico hoy; hoy con Internet seguimos las noticias de “ahora” constantemente a tiempo real y las veremos en la prensa escrita mañana. 

Los 10 puestos de trabajo más demandados en el 2010 no existían en el 2004. Estamos formando en las universidades a personas que trabajarán en trabajos que ahora no existen, con tecnologías no inventadas que solucionaran problemas hoy en día ni siquiera somos capaces de imaginar.

El cambio se ha convertido en regla y la estabilidad en excepción. Estamos ante una nueva economía, que algunos vienen en llamar "economía digital""economía en red""sociedad de la información""tercera ola",… Hemos pasado de la producción en masa venida tras la Segunda Guerra Mundial a una época de exceso de oferta, que nos obliga a mejorar cada día, a aportar más, a diferenciarnos y a hacernos especiales. Por ello, debemos orientar nuestros esfuerzos en la optimización de la tecnología y sobre todo a la conversión del talento, entendido como conocimiento, creatividad e innovación como modelo de creación sostenible de valor. 

El factor desencadenante de esta revolución ha sido el uso intensivo de las nuevas tecnologías de la información y las comunicaciones que han facilitado el acceso a toda la información del mundo a un público extraordinario poniéndola a distancia de un solo “clic”. En un mundo donde todo el mundo puede obtener información sobre cualquier tema, a cualquier hora, desde cualquier sitio, las 24 horas del día, los 365 días del año, la diferencia va a radicar en la creatividad que tengamos para saber aprovechar el zumo de la gran naranja de la información. 

La innovación e Internet abren un mundo de nuevas posibilidades y el que no lo sepa ver le pasará como al presidente del banco de ahorros de Michigan que en 1903 dijo a Henry Ford que no invirtiera en el Ford T porque:


“El caballo esta aquí para quedarse, el coche están sólo una moda pasajera”.


Henry Ford afortunadamente desoyó los consejos de aquel especialista en inversiones y creó una de las más grandes compañías del mundo convirtiéndose en multimillonario. Yo sólo espero que no nos pase esto y que entendamos que no estamos ante una Época de Cambios sino ante un verdadero Cambio de Época, donde tenemos la tecnología e información suficiente para que casi todo lo que imaginemos se pueda hacer realidad… Solo cabe pregunarse: ¿Qué sorpresas nos deparará el futuro?

lunes, 8 de mayo de 2017

Revolución Industrial
La Revolución Industrial o Primera Revolución Industrial es el proceso de transformación económica, social y tecnológica que se inició en la segunda mitad del siglo XVIII en el Reino Unido, que se extendió unas décadas después a gran parte de Europa occidental y Norteamérica, y que concluyó entre 1820 y 1840. Durante este periodo se vivió el mayor conjunto de transformaciones económicas, tecnológicas y sociales de la historia de la humanidad  desde el Neopolitico, que vio el paso desde una economía rural basada fundamentalmente en la agricultura y el comercio a una economía de carácter urbano, industrializada y mecanizada.
Etapas de la Revolución Industrial
La Revolución Industrial estuvo dividida en dos etapas: la primera del año 1750 hasta 1840, y la segunda de 1880 hasta 1914. Todos estos cambios trajeron consigo consecuencias tales como:
Demográficas: Traspaso de la población del campo a la ciudad (éxodo rural) — Migraciones internacionales — Crecimiento sostenido de la población — Grandes diferencias entre los pueblos — Independencia económica
Económicas: Producción en serie — Desarrollo del capitalismo — Aparición de las grandes empresas (Sistema fabril) — Intercambios desiguales
Sociales: Nace el proletariado — Nace la Cuestión social
Ambientales: Deterioro del ambiente y degradación del paisaje — Explotación irracional de la tierra.
La locomotora de vapor fue un modo de transporte surgido durante la Revolución Industrial.
A mediados del siglo XIX, en Inglaterra se realizaron una serie de transformaciones que hoy conocemos como Revolución Industrial dentro de las cuales las más relevantes fueron:
La aplicación de la ciencia y tecnología permitió el invento de máquinas que mejoraban los procesos productivos.
La despersonalización de las relaciones de trabajo: se pasa desde el taller familiar a la fábrica.
El uso de nuevas fuentes energéticas, principalmente el carbón.
La revolución en el transporte: ferrocarriles y barco de vapor.
El surgimiento del proletariado urbano.
La industrialización que se originó en Inglaterra y luego se extendió por toda Europa no solo tuvo un gran impacto económico, sino que además generó enormes transformaciones sociales.
Proletariado urbano. Como consecuencia de la revolución agrícola y demográfica, se produjo un éxodo masivo de campesinos hacia las ciudades; el antiguo agricultor se convirtió en obrero industrial. La ciudad industrial aumentó su población como consecuencia del crecimiento natural de sus habitantes y por el arribo de este nuevo contingente humano. La carencia de habitaciones fue el primer problema que sufrió esta población socialmente marginada; debía vivir en espacios reducidos sin comodidades mínimas y carentes de higiene. A ello se sumaban jornadas de trabajo, que llegaban a más de catorce horas diarias, en las que participaban hombres, mujeres y niños con salarios miserables, y carentes de protección legal frente a la arbitrariedad de los dueños de las fábricas o centros de producción. Este conjunto de males que afectaba al proletariado urbano se llamó la Cuestión social, haciendo alusión a las insuficiencias materiales y espirituales que les afectaban.
Burguesía industrial. Como contraste al proletariado industrial, se fortaleció el poder económico y social de los grandes empresarios, afianzando de este modo el sistema económico capitalista, caracterizado por la propiedad privada de los medios de producción y la regulación de los precios por el mercado, de acuerdo con la oferta y la demanda.
En este escenario, la burguesía desplaza definitivamente a la aristocracia terrateniente y su situación de privilegio social se basó fundamentalmente en la fortuna y no en el origen o la sangre. Avalados por una doctrina que defendía la libertad económica, los empresarios obtenían grandes riquezas, no solo vendiendo y compitiendo, sino que además pagando bajos salarios por la fuerza de trabajo aportada por los obreros.
Las propuestas para solucionar el problema social. Frente a la situación de pobreza y precariedad de los obreros, surgieron críticas y fórmulas para tratar de darles solución; por ejemplo, los socialistas utópicos, que aspiraban a crear una sociedad ideal, justa y libre de todo tipo de problemas sociales (para algunos, el comunismo). Otra propuesta fue el socialismo científico de Karl Marx, que proponía la revolución proletaria y la abolición de la propiedad privada (marxismo); también la Iglesia católica, a través del papa León XIII, dio a conocer la Encíclica Rerum Novarum (1891), primera encíclica social de la historia, la cual condenaba los abusos y exigía a los estados la obligación de proteger a lo más débiles. A continuación, un fragmento de dicha encíclica:
(…) Si el obrero presta a otros sus fuerzas a su industria, las presta con el fin de alcanzar lo necesario para vivir y sustentarse y por todo esto con el trabajo que de su parte pone, adquiere el derecho verdadero y perfecto, no solo para exigir un salario, sino para hacer de este el uso que quisiere (…)
Estos elementos fueron decisivos para el surgimiento de los movimientos reivindicativos de los derechos de los trabajadores. Durante el siglo XX en medio de los procesos de democratización, el movimiento obrero lograba que se reconocieran los derechos de los trabajadores y su integración a la participación social. Otros ejemplos de tendencias que buscaron soluciones fueron los nacionalismos, así como también los fascismos en los cuales se consideraban a los obreros y trabajadores como una parte fundamental en el desarrollo productivo de la nación, por lo que debían ser protegidos por el Estado.